Este tremendo fanático no puede ni debe representar más que a una banda de enfermos intolerantes como los que Israel combate en Gaza.
Estos líderes que hacen de la muerte ajena un culto -a veces no empuñando un arma, siempre arengando a la violencia- deberían ir a la cárcel por desetabilizadores.
¿Qué derecho tiene este imbécil a hablar en nombre del pueblo judío? Ah, claro, está escrito en la Biblia y eso da por tierra cualquier raciocinio.
Lo más jodido de todo es que otros rabinos recomendaron la lectura del libro a estudiantes de seminarios rabínicos.
Esto no debe caer en el lugar común de que los judíos no hemos aprendido nada del Holocausto. Este hijo de mil puta no aprendió pero otros miles sí.
Y si hay que ir a cagarlo a trompadas, cuenten conmigo. En nombre de los caídos por intolerancia le pegaré dos sopapos.
Esto pasa en Israel. Esto le pasa a una parte de la sociedad que no quiere la paz. Ni vivir ni dejar vivir. Ese parece ser su único mandamiento sagrado.
Una sonrisa made in Hollywood
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