Israel tendrá su propia MTV (y sucumbirá)

Lo que faltaba para terminar de idiotizar a la juventud israelí. Ahora llega la garompa de MTV a terminar de comatizar a los adolescentes israelíes que, pobrecitos, la tienen difícil.

Sumergidos en mares de vodka/Red Bull y en nubes de haschisch, la muchachada de entre 15 y 21 años tiene poca vida útil.

Primero, entre los 18 y los 21 años todos los pendejos hombres se morfan tres años de servicio militar obligatorio. Las minas, dos.
Es decir, en la edad en la que explotás y tus hormonas te piden por favor más y más, terminás agotado por el entrenamiento y cuando finalizás la  conscripción lo primero que querés hacer es rajarte a la India o a Sudamérica a curtir lo que venga para resetear el disco duro.

Lo mejorcito de MTV en la última década

Eso, más el aliciente de que acá es un éxito absoluto la imbecilidad de Casi Angeles -así como lo fue Rebelde Way-, auspicia un futuro gagá a los jóvenes israelíes. Para colmo, llega MTV.

Si hay una juventud globalizada -y cuando digo globalizada digo hecha verga- esa es la juventud israelí. Visten  y piensan como Hanna Montana y se están yendo a la concha de su hermana.

Compran toda la bazofia y es raro que hasta ahora MTV no haya hecho base antes en Israel. Si al menos llegara Mad TV...

Bueno, ahora es tarde para todo. Porque en MTV ya no pasan videos copados. Eso le interesa a un viejo choto como yo.
La MTV actual es una cadena de mierdas enlatadas, de realities que siempre te meten un blanco, un chino, un pelirrojo y un negro a ver quién escupe más lejos. Ni quiero imaginar lo que va a ser si tiene producción local.

Bienvenida MTV. Llegaste en el momento oportuno para dar la estocada final. Si nos tiran cohetes, no hay problema. La anestesia juvenil se llama MTV.

Al final, ¿Estados Unidos era aliado de Israel o qué?. Para cerrar, un "elogio" de Bhanvneet Singh, vicepresidente ejecutivo y director de managing de MTV Europa: "Israel es la Corea del Sur de la región".


De yapa, el primer videoclip emitido por MTV Europa en 1987. Mirá si no eran otras épocas. Ay qué será qué será...